HISTORIA Y DOCTRINA
DEL
MARTINISMO
Y DE LA
ORDEN MARTINISTA
Estudio realizado para
mejorar tanto la percepción como la
comprensión del Martinismo por parte de todos los iniciados Martinistas
en cualquiera de las filiaciones y Ordenes a las que pertenezcan, ya que el
presente estudio solo busca poner ciertos argumentos en las manos de los
Iniciados y enriquecer, de esta manera, su visión de esta tan basta, como
enriquecedora Doctrina.
DIONISIO E. JARA R.
Eques ab Aquila Coronata
S::: I:::
Fil. Rusa
S::: I::: I:::
Fil. Francesa
ESQUEMA DE LA FILIACION DEL
MARTINISMO
Y DE LAS
FRATERNIDADES
INICIATICAS
DE OCCIDENTE
El presente esquema ha sido
seleccionado de una serie de organigramas que tratan de explicar las
filiaciones de las diferentes Ordenes que componen la Tradición Occidental
y Cristiana desde el punto de vista Iniciático, y ha sido tomado de la Obra del Hno. Robert
Ambelain, “Le Martinisme, Historie et Doctrine, La Fran-Maconnerie
Occultiste et Mystique, 1643-1943”, ya que esta tabla
aparte de ser muy bien documentada observa las filiaciones muy bien en cuanto a
lo global, más que en lo particular con que suelen verlo las diferentes
Ordenes:
LA TRADICION PRIMORDIAL
ESQUEMA GENERAL DEL TRABAJO
INTRODUCCION
1. Templarismo.
2. Rosacrucianismo.
3. Franc-Masonería.
4. Martinecismo.
5. Martinismo.
6. Willermocismo.
7. Martinismo Moderno o
Neo-Martinismo.
LIBRO I
HISTORIA Y
DOCTRINA DEL MARTINISMO.
1. Los Hermanos de Oriente.
2. Los Hermanos de la Rosa+Cruz.
3. La Sociedad de los Filósofos Incógnitos (1643).
- Tres Capítulos relacionados
con los Filósofos Incógnitos tomados de la obra original del barón Tschoudy, “L´Etoile
Flamaboyante”, 1766.
A.- “Idea General de la Masonería, bajo un punto
de Vista Filosófico, y designada ya
por varios antiguos bajo el nombre de la Sociedad de los Filósofos
Incógnitos”.
B.- “Los Estatutos de los
Filósofos Incógnitos”.
C.- “Catecismo o Instrucciones
para el Grado de Adepto o Aprendiz Filósofo Sublime e Incógnito”.
4. Los Superiores Incógnitos.
5. Louis Claude de Saint-Martin y
los Superiores Incógnitos.
6. La
Obra
de Louis Claude de Saint-Martin.
7. 50 cartas inéditas publicadas
por Papus en su obra: Louis-Claude de Saint-Martin.
LIBRO II
LA FRANC-MASONERIA.
1. La Franc-Masonería especulativa (1717).
2. La Estricta Observancia Templaria (1764).
3. Martines de Pasqually
(1710-1774) y la Orden
de los Caballeros Masones Elus-Cohen del Universo.
4. El Tratado de la Reintegración de los
Seres.
5. Juan Bautista Willermoz
(1730-1824) y el Rito Escocés Rectificado (1778).
LIBRO III
HISTORIA Y
DOCTRINA DE LA ORDEN
MARTINISTA.
1. La Filiación Rusa del Martinismo.
2. La Filiación Francesa del Martinismo.
3. Las diversas Ordenes Martinistas.
La Orden Martinista, Supremo Consejo de París (1891).
La Orden Martinista, Supremo Consejo de Lyon.
La Orden Martinista y Sinárquica.
La Orden Martinista Tradicional.
La Orden Martinista Rectificada.
La Orden Martinista Americana.
La Orden Martinista (renovada de Papus).
La Orden Martinista de los Caballeros Elus-Cohen del Universo.
La Unión de Ordenes Martinista (Francia).
La Orden Martinista Iniciática.
LIBRO IV
ALGUNOS
SIGNIFICADOS SOBRE EL SIMBOLISMO
MARTINISTA
Las Vestiduras
Simbólicas
La
Capa
El Antifaz
El Cordón
El Collarín
La Espada
La Túnica
Las Pantuflas
Los Guantes Blancos
El Templo
Martinista
Las Luminarias
Las Columnas
El Mantel de colores
El Pentagrama
El Sello de Salomón
El Pantáculo Universal de la Orden Martinista
Las Cruz
El Cirio de los MM::: PP:::
El Mosaico
Los Oficiales de una Logia
Martinista
La Filosofía del Simbolismo Martinista
Estudio del Ritual
Estudio Comparativo de Rituales
Programa de Estudios y Docencia
Martinista
Antigua formación del Nombre
Místico
Alfabeto Secreto
Significado de las Insignias
Martinistas
Los Seis Puntos
El nombre IESHOUAH y la Letra SHIN
El sentido del Sacerdocio en el
Martinismo
Signos de Reconocimiento
Reglamentos y Constituciones
Martinistas
LIBRO V
LA TEURGIA DEL MARTINISMO
- Rituales
Comparados.
- Ritual
Martinista Operativo y General.
(Ritual del Plenilunio)
LIBRO VI
EL MARTINISMO
EN CHILE
-
León
Tournier.
-
Otto
Reszczynski R.
-
Nicolás Rogalev Girs.
BIBLIOGRAFIA.
INTRODUCCION
Hemos
querido abordar este estudio, fundamentalmente debido a la poca información que
se encuentra disponible sobre el Martinismo, y también por lo antojadizo que
han resultado algunas opiniones sobre lo que fue y lo que es esta importante
corriente de la
Tradición Hermética Occidental y Cristiana. Muchos han caído en múltiples errores de
interpretación debido a que innumerables instructores solo han visto en la Doctrina Martinista
lo que ellos han podido y querido ver, por un lado, y por otro, porque algunos
creyeron ver en el Martinismo lo que nunca fue.
Visto
así, esta Doctrina, para el que se inicia, constituye un caos y una constante
de contradicciones por la cantidad de opiniones encontradas y opuestas que
existen entre las diferentes Ordenes Martinistas. Allí radica la intolerancia
que existe entre una Orden y otra.
Para
unos, la docencia Martinista reposa sobre el estudio de la magia de los
Elus-Cohen del siglo XVIII y del neo-ocultismo papusiano de finales del siglo
XIX; para estos, la
Orden Martinista debería inclinarse por los estudios masónicos
simbólicos y capitulares. Otros hacen hincapié en el estudio de las mancias,
del tarot, la numerología y la cábala. Otros dicen que la finalidad del
Martinismo está enfocada hacia estudios orientalistas; y así existen tantas
tendencias e interpretaciones como tantas ordenes martinista parecen existir.
Louis
Claude Saint-Martin, para desgracia de muchos, nos ha legado una nutrida obra
(ver capítulo 6 del Libro I) desde donde podemos extraer su sabiduría y sus
sabios consejos de auto-regeneración, pero también es el hombre-iluminado que
dice las cosas por su nombre:
“... ¡Hay de vosotros, instructores humanos! ¡Cuánto os arrepentiréis
algún día de haber abusado de las almas, llevándolas por caminos nulos,
imaginativos e ilusorios, que les habrán dado una tranquilidad engañosa,
proporcionándoles alegrías exteriores y comunicándoles sombras de verdades que
les habrán impedido trabajar por la renovación del centro de su ser! Todas
vuestras asociaciones emblemáticas no les habrán comunicado la vida, puesto que
ellas mismas no la tienen. Vuestras asociaciones prácticas les serán todavía
más funestas, si no es el espíritu lo que las ha convocado, reunido,
constituido y santificado con sus lágrimas y las plegarias de su dolor. ¡Y
dónde están estas asociaciones que nos serían tan saludables! ... Sí,
instructores ciegos, ignorantes o que presumís demasiado de vuestras fuerzas y
vuestras luces, os arrepentiréis algún día de haber abusado de las almas ...” (El Hombre Nuevo, capitulo 7).
Pero,
¿quién en realidad interpreta más o menos la Filiación auténtica del
Martinismo de Louis Claude de Saint-Martin, conocido como el Filósofo
Incógnito?
Pretenderemos
demostrar en este pequeño estudio, que la filosofía de Saint-Martin está muy
lejos de lo que ha venido a constituirse en “Orden Martinista”. Y es tan así,
que a lo largo de nuestro peregrinar hemos constatado innumerables veces que
hasta quienes dirigen estructuras martinista desconocen por completo la obra
del Maestro, hasta tal punto que ni siquiera han ojeado alguna obra de
Saint-Martin. Resulta increíble, pero tal es la ignorancia con la que nos hemos
encontrado.
Aquí
radica precisamente la respuesta a la inquietud de que existan tantas
tendencias que casi siempre resultan también contradictorias entre sí. Cuando
se desconoce el espíritu y la letra de quién ha sido el fundador de esta
filosofía, imposible es poder ajustarse a su pensamiento iluminador.
Muchas
veces lo hemos dicho, que sin dudas, el único Martinista que ha existido es
Louis Claude de Saint-Martin; los demás, en la medida que ha pasado el tiempo,
se han alejado más y más del pensamiento del Filósofo Incógnito. Por lo tanto,
los esfuerzos de todo estudiante e investigador iniciado en el Martinismo debe
estar enfocado a descubrir la esencia y lo fundamental del pensamiento de
Saint-Martin y una vez descubierto llevarlo a la práctica en su propia vida
cotidiana. Así pues, ¿puede existir algún auténtico Martinista que no sea
consecuente con la filosofía de vida que ha, voluntariamente abrazado cumplir?
Lo contrario resulta ser de una persona con inclinaciones intelectuales y
especulativas con el solo ánimo de poseer algo de información teórica de esta
rica e iluminadora filosofía, no más.
Nada
mejor que ir a la obra de Saint-Martin para demostrar su pensamiento y sus
expectativas clarificadoras. En el “Cocodrilo, o la Guerra del Bien y del Mal” (que a todo Martinista hará muy
bien estudiar), encontramos una de las claves para comprender su propósito. Del
Canto 14 y 15 podemos extraer importantes conclusiones. Veamos:
Encontramos
que Saint-Martin hace referencia a un simbólico personaje que él llama “Señora
Jof”. Ella representa las virtudes
Martinistas, y nos dice:
“... si se presentaba ante gente instruida, y trataban de temas
relativos a las ciencias y a los conocimientos más profundos, mostraba no solo
que comprendía cuanto había dicho, sino incluso les hacía entender que, si
quisieran, podría saber y decir mucho más...”
Pero
también, esta “Señora Jof” es simbólicamente el Martinismo como cuerpo doctrinal
al estar vinculada a una “Sociedad de Independientes” (S. I.), que en realidad
es el nombre encubierto de la “Societe des Intimes” (S. I.) y de los “Superiores Incógnitos” (S. I.) .
Saint-Martin nos dice, que:
“...como vivía en todas partes, también tenía en todas partes su
Sociedad de Independientes, que ciertamente deberían haberse llamado la Sociedad de los
Solitarios, puesto que cada hombre tiene en sí mismo esta Sociedad ... como
esta Sociedad difería absolutamente de todas las sociedades conocidas, e
incluso no era una sociedad, no hay que considerar la palabra reunir en el
sentido en que se la entiende comúnmente. Así, aunque presento aquí a la Señora Jof reuniendo a
los diversos miembros de la
Sociedad de los Independientes, no es menos cierto que no se
reunían en absoluto; que esta presunta asamblea se realizaba para cada uno de
los miembros aisladamente, en el sitio en que se encontrara, y sin estar sujeto
a ningún local, a ninguna ceremonia ni a límite alguno; que cada uno de los
miembros tenia el privilegio de ver a la vez a los otros miembros, en el lugar
en que estuvieran, e igualmente de ser percibido por cada uno de ellos ...
todos tenían el privilegio de hallarse en presencia de la Señora Jof, así como la Señora Jof tenia el
privilegio de estar presente para todos ellos a la vez, cuando lo quisiera,
cualquiera que fuera la distancia y la variedad de lugares que ellos
habitaban...”
Esta es tan solo una cita a algunas líneas de
la pluma de Saint-Martin para que el estudioso observe que tan lejos puede
estar una “Orden Martinista” de los propósitos que en original se dictaron.
Quien lea que saque sus propias conclusiones.
Sin
embargo, Louis Claude de Saint-Martin es solo el último exponente de toda una
Doctrina Iniciática que ha viajado de siglo en siglo, de fraternidad en
fraternidad y de orden en orden hasta nuestros días. Algunos hemos conocido
algunos fundamentos de esta Doctrina y hemos reconocido que ellos no son el
producto de nuestro siglo, sino que hemos visto en el horizonte de la Tradición Occidental
y Cristiana, la Luz
de nuestros Maestros Pasados. ¿Quiénes son ellos? Pues busquemos en nuestros
ancestros.
Nuestros
orígenes no se pierden en la noche de los tiempos, aunque así lo pareciera,
sino que ellos están ligados a la génesis de todas las religiones del mundo. La
doctrina de la llamada “Caída de los Angeles”, nos refiere a la comprensión de
cómo hemos perdido nuestros privilegios espirituales mientras permanecíamos en
el seno de Dios. Luego de esta caída se abre un nuevo universo, en el que
entendemos el misterio del proceso de la muerte (ya que antes de este
acontecimiento no la conocíamos), marcando este hecho el inicio ya degradado,
de nuestra estadía, como humanidad, en nuestro tránsito por esta escuela que
llamamos tierra.
Desde
el punto de vista cabalístico, viene a manifestarse la “Primera Familia” que
nosotros identificamos con el “Iod” y que la teología solo ha visto la parte superficial en los
primeros diez capítulos del libro bíblico del Génesis. Lo que fue el carácter
trascendental, viene a convertirse con el tiempo en trascendente. Los Maestros
deben ya recordar a esta humanidad sobre la hermandad que debe existir entre
todas las almas; sobre la corriente invoevolutiva representada por la simbólica
escalera de Jacob, donde bajan los ángeles por la izquierda (Sefira Binah) y
por la derecha suben las almas (Sefira Jocmah), estando en lo alto de la escala
el Trono radiante de Dios (Sefira Keter); establecer la veneración hacia los
Maestros; recordar a la humanidad de que ella es solo un facsímil del Logos
Andrógino y Armónico; la ya presente preocupación para que se lleve a efecto la
completa reintegración de los seres a su primitiva pureza espiritual ya
perdida.
Para
alcanzar paulatinamente estas metas, los Iniciados realizaron el Arcano de la Fuerza, uniéndose en
cadenas dirigidas por principios egregóricos. Estos esfuerzos dieron origen a
una primera Religión. Ella surge de un torbellino colectivo generado por un
egrégoro, que incluso funda diferentes cultos en varios países distintos. La
construcción de esta Religión obedece al mecanismo cabalístico del
“Tetragramatón”. Al término de dicho ciclo están dadas las condiciones para la
materialización de dicha estructura.
Luego,
los Discípulos vienen a formar dos categorías. La primera, constituida por los
principales que son los Apóstoles de la Doctrina, que encarnan el Cuaternario Hermético: Aguila, pensadores valientes; León, santos ardientes; Hombre, calculador y prudente; Toro, trabajadores organizados. La
segunda categoría son los discípulos secundarios, que en su conjunto aman la
metafísica hasta el límite de lo racional y en su autosacrificio imponen la Doctrina.
Sin embargo, no debemos olvidar que la
“Caída” ha sembrado el signo de la materialidad en la humanidad, y ha venido
también a manifestarse también el error.
Con
el tiempo vemos surgir la religión de Krishna, la Filosofía de Fo-Hi,
Hermes Trimegisto, Zoroastro, Orféo, Moisés, el Budismo, el Cristianismo y
otras importantes religiones del mundo.
En
lo que a nosotros se refiere, y no olvidando el sentido de la unidad que reposa en la base del pensamiento Martinista,
rescatamos de la esencia de la Tradición Cristiana la conciencia de la unidad
del hombre con Dios, y el amor como el medio para que esta unidad se realice.
Allí descansa la razón de ser del Martinismo y de toda la Filosofía Iniciática
de las antiguas filiaciones Rosa+Cruces. Es lo que predicaron los antiguos
gnósticos, lo que persiguieron las ordenes caballerescas, lo que impulsó a los
cabalistas cristianos, lo que fue la razón de ser para los Iluminados y lo que
debe llamar al corazón del verdadero
Martinista.
¿Cómo
podríamos concebir una filiación iluminista apartada de las Doctrinas del
Cristo? No le vemos sentido. Es por eso
que no podemos imaginar al verdadero Martinista sino como el Apóstol y el
Sacerdote de la religión del Reparador. Tal dignidad está más allá de lo que el
iniciador-hombre puede conferir, es la gracia del Elías Artista, la
misericordia del Espíritu Santo que decide reposar en el corazón del iniciado
para honra y gloria de Dios. Esta es la “Filiación Oculta” a la que han
pertenecido Louis Claude de Saint-Martin, Martines de Pasqually, Emmanuel
Swedenborg, Jacobo Boehme, Khunrath, Maier, Paracelso, Tritemus, etc. A dicha
filiación la llamamos “Oculta” pues es privilegio de los que han querido ver a
Dios y lo han logrado.
Entonces,
¿quienes se reúnen en el Templo del Espíritu Santo?
Templarismo
Sin
embargo, y para nuestro estudio, debemos considerar las estructuras iniciáticas
para así entender con mayor claridad el tránsito en el tiempo de las doctrinas
que han llegado hasta nosotros. Así resulta de sumo conveniente tomar en
consideración como es que el Templarismo vino a manifestarse.
El ideal templario está representado en un gobierno o estado perfecto y
universal donde los principios del espíritu sujetan las tendencias de lo físico
y terrenal. Solo así es posible aniquilar los excesos generados por los poderes
puramente políticos y religiosos. Allí encontramos el freno a la corrupción de
los líderes y la ganancia para el pueblo que a través de una sana economía y
comercio da en justicia a cada cual lo suyo. Vemos en el ideal templario el
término de las luchas inútiles de las nacionalidades y castas. Este ideal funda
las bases del reino de Dios en la tierra. Es un estado “Teocrático”, pues las
comandancias se agrupaban en prioratos y estos en grandes prioratos, y sobre
ellos el Gran Maestro de la
Orden caballeresca.
Sin embargo, los Templarios fueron
perseguidos por el poder temporal de la política y la religión hasta casi su
total y completa eliminación. Así su último Gran Maestro, Jacobo de Molay fue
quemado vivo en París por orden del Rey Felipe el Hermoso, siniestramente de
acuerdo con el Papa romano Clemente V, y así apoderarse de sus inmensas
riquezas. ¿Cuáles fueron sus otros enemigos? La calumnia, la envidia y las
pasiones que dominan a los enemigos de la Luz.
Los que cobijaron a los dispersos
Templarios fueron los Hermetistas, quienes se esforzaban en la realización de la Gran Obra; los
constructores y albañiles libres preocupados por el culto del trabajo y la
conservación del simbolismo en la arquitectura. Con el tiempo estas filiaciones
llegan a fusionarse generando una vigorosa corriente que llenaba las expectativas
de los nuevos iniciados. Las nuevas persecuciones de la Iglesia romana no tuvieron
el efecto de 1314.
Rosacrucianismo
Según el concepto de los buenos
investigadores de la filiación Rosa+Cruz, es posible establecer lo que se
denomina “Rosacrucianismo Primario”, compuesto por una cantidad pequeña de
místicos célibes conformados por tendencias bastante claras y salidos de la
corriente del gnosticismo, la cábala y el hermetismo alquímico. Se destacan en
su accionar por el absoluto secreto de sus operaciones, y el resultado lo ponen al alcance de la humanidad, o sea, la
ciencia, el progreso y la ética en la esfera intelectual. De este movimiento,
la reforma de Lutero toma inspiración. En sus conocidas obras “Fama Fraternitatis”
y “Confessio” es posible ver al papado romano como una representación del
anticristo.
Luego se manifiesta lo que se
denomina “Rosacrucianismo Secundario”. Este tipo de Rosacrucianismo es distinto
del anterior, pues ya no es la escuela estricta donde el iniciado estaba
obligado a producir verdaderos resultados en el campo del
autoperfeccionamiento, sino que apunta hacia el enciclopedismo donde se debía
tener la suficiente capacidad para la especulación científica y la
investigación propia de los siglos XVI, XVII y XVIII, amplitud de conciencia y
un espíritu adicto a la idea del bien. De entre ellos se escogía a los miembros
de la Fraternidad.
Surge entonces, en el interior de
este tipo de Rosacrucianismo, el alma del antiguo templarismo y de la vieja
Rosa+Cruz; se involucra en la política de los tiempos, pero esta vez utilizando
la prudencia para que no se repita lo que a Jacobo de Molay. Busca el camino
más seguro para influenciar en la sociedad profana y resulta de la fundación de
la Orden Masónica.
Franc-Masonería
Esta nueva Orden que surge del
espíritu Rosa+Cruz viene a guardar en sí todo el arsenal del simbolismo
rosacruciano como suyo.
Uno de los fundadores de la Masonería es Elías
Ashmole (1617-1692) que tomando fragmentos del sistema de los grados de la
albañilería libre pone como base los tres primeros grados masónicos. Esta
adaptación comienza en 1646 y al llegar 1717 el sistema se encuentra
completamente organizado. De esta manera la masonería vendrá a ser la nueva
base sobre la que se construirán las tendencias sociales y también iluministas.
De tal sistema viene la sociedad profana en su conjunto a conocer de las
grandes reformas y revoluciones sociales. El mundo conoce de héroes nacionales
y libertadores que surgen de las filas de la Franc-Masonería.
En adelante, una parte de la Orden Masónica, se
alejará cada vez más de su origen iniciático, mientras surgen también de su
interior algunas tendencias con propósitos iluministas. Podemos citar en
propiedad algunos ritos como lo son los “Caballeros Masones Elus-Cohen del Universo”
de Martines de Pasqually,
Martinecismo
Cuando la Masonería se ha
involucrado demasiado en los cambios políticos y sociales en el mundo, es
cuando aparece Martines de Pasqually y la Orden de los Caballeros Masones
Elegidos-Sacerdotes del Universo, que se hace conocer en Francia entre los años
1767 y 1780.
Esta Orden está compuesta de nueve
grados. Los tres superiores son grados rosacruces. Es una Orden mágico-teúrgica
con un fuerte predominio de los métodos puramente mágicos.
En esta Orden se destaca Louis
Claude de Saint-Martin en su rol de secretario del Maestro y alcanzando todos
los grados de la
Orden. Finalmente resulta ser elegido miembro del Supremo
Tribunal de la Orden.
Destaca además Juan Bautista Willermoz quien en lo futuro
insiste en tales prácticas, pero esta vez en su propio sistema, o sea en lo que
conocemos como Willermocismo.
El Martinecismo ha sido confundido
habitualmente con el Martinismo y
ello solo por una asociación de nombres: “Martines” con “Saint-Martin”; pero en
realidad la diferencia entre ambos sistemas es muy grande. Por eso hemos
insistido en esta explicación, ya que es necesario que cada concepto sea
entendido en su justa medida. Martinecismo
es el movimiento masónico generado por Martines de Pasqually enfocado hacia el
trabajo teúrgico que él expuso en su obra, el “Tratado de la Reintegración de los
Seres” y desarrollado en el interior de la Orden de los Elus-Cohen y que se encuentra
explicado en sus rituales; ni más ni menos.
Martinismo
Este es un concepto y una filosofía;
en absoluto representa una estructura funcional o una orden en particular.
Martinismo
es el movimiento al cual dio origen Louis Claude de Saint-Martin, quién por su
filiación a la “Sociedad de los Filósofos Incógnitos” se hizo llamar a sí mismo,
el “Filósofo Incógnito”. El compendio de su pensamiento reformador, de la
antigua doctrina rosacruz, y que se expresa a través de su importante obra
literaria, es lo que en estricto debe ser considerado en el concepto de lo que
llamamos “Martinismo”.
Nada tiene que ver con el Martinecismo de Martines de Pasqually,
porque cuando el Martinismo se manifiesta, Saint-Martin ya había renunciado a
todas las estructuras masónicas a las que había pertenecido, incluyendo a los
Elus-Cohen.
Louis Claude de Saint-Martin genera
este movimiento particular a partir de su iniciación en los “Filósofos
Incógnitos”, por una parte, y porque descubre la monumental obra de su Maestro
Espiritual, Jacobo Boehme. Sus discípulos son pocos pero muy bien escogidos,
los que agrupa en lo que se denominará “La Sociedad de los Intimos”. Allí expone y enseña su
visión y filosofía de Dios y su comprensión en la realización existente entre
Dios, la Naturaleza
y el Hombre.
El concepto del Martinismo de
Saint-Martin, da mucha importancia a la oración
y cuando evoca al sentido de la Iniciación, lo hace en un sencillo ritual que
contrasta con la suntuosidad de los rituales de la futura Orden Martinista. El
Martinismo de Saint-Martin lleva al iniciado hacia la meditación, la creación
del Hombre de Deseo y no hacia el ambiente mágico y teurgico como ocurre con
el Martinecismo y el Willermocismo.
No confiere más que un solo grado,
que es lo que ha recibido de la filiación Rosa+Cruz: S::: I:::, y allí
radicarán las más marcadas diferencias que en lo futuro se establecerán con los
Martinistas que surgen de 1890 en adelante. Pero ello resultará de comentario
aparte.
Por tanto, el Martinismo no tiene nada que ver con el Martinecismo y el Willermocismo;
a lo más solo una aproximación con las Ordenes Martinistas.
Willermocismo
Juan Bautista Willermoz, que fuera
el otro discípulo aventajado de Martines de Pasqually, es quien trató de
perpetuar las enseñanzas del Maestro en el seno de la masonería. Este
movimiento se manifestó entre 1772, año en que Martines de Pasqually abandonó
Francia trasladándose a Santo Domingo, y 1804, fecha en que falleció Willermoz.
Este establece el “Rito Escocés Rectificado”. Dicho rito fue aprobado en 1782,
en el Convento de Wilhelmsbad, que fue presidido por el duque Fernando de
Brunswich y en el cual estuvieron presentes la mayoría de los poderes masónicos
europeos.
Willermoz da forma al Rito Escocés
Rectificado que estructura en dos círculos. El exterior, conformados por los
grados de Aprendiz, Compañero, Maestro Masón, Maestro Escocés; y el círculo
interior que es secreto, formado por los grados de Caballero Benefactor de la Ciudad Santa, el que
a su vez está dividido en tres secciones: Novicio, Profeso y Caballero. El
circulo exterior transmite la enseñanza teórica, y el interior la practica del
Martinecismo.
Por tanto, el Willermocismo ha
venido a ser una especie de continuación del Martinecismo, pero enfrascado en
un molde templario en el interior del Rito Escocés Rectificado de Willermoz.
Martinecismo y Willermocismo resultan ser compatibles entre sí, pero ambos no
tienen nada que ver con el movimiento que genera Saint-Martin en lo que hemos
denominada con el nombre de Martinismo de Saint-Martin.
Martinismo Moderno o
Neo-Martinismo
El Martinismo moderno comienza con
la invención, por parte de Papus, de la “Orden Martinista”, el que se hace
acompañar por 21 miembros que dan origen a un Supremo Consejo. A esta
estructura se le asignan primeramente cuatro grados, a los que se le añaden
luego 3 más, sumando un total de 7; cada uno de ellos con sus respectivos
rituales. Papus incorpora las enseñanzas de Louis Claude de Saint-Martin, más
todo un arsenal de disciplinas propias del neo-ocultismo, como es el caso del
tarot, la astrología, las diversas mancias, la cábala, la numerología, etc.,
que se están poniendo de moda en Francia
por los años de 1880.
El movimiento martinista de Papus se
caracteriza además por mantenerse independiente, en sus comienzos, de toda
conexión masónica. Se inician a las mujeres en igualdad de condiciones que los
hombres y logra una exitosa convinación entre la “iniciación libre” y la de
“logia martinista”, siendo ambas igualmente reconocidas.
Como en toda obra humana, surgen las
discrepancias, los cismas y el error se multiplican en forma piramidal según
pasa el tiempo. Nacen numerosas ordenes Martinistas, de la más variada
tendencia dogmática y la desconfianza surge entre los iguales. Finalmente
ninguna orden reconoce a la otra y terminan declarándose la guerra con
declaraciones múltiples de “irregularidad”.
He aquí la marcada diferencia que
existe entre el Martinismo de Saint-Martin, y la estructura llamada “Orden
Martinista”.
+
+ +
Hemos querido abordar temáticamente
esta explicación para ubicar someramente al investigador del Martinismo en la
senda correcta a fin de que observe el peregrinar de la Doctrina a través de la
columna vertebral de la
Tradición Occidental y Cristiana que resultan ser algunas
ordenes y sociedades secretas.
Sin embargo, no aportamos nada
nuevo, puesto que toda la información que pueda existir sobre la materia se
encuentra en manos de los archivos de las diferentes Ordenes en Francia y de
los investigadores-escritores que también están ligados a ellas. A lo más si
algún mérito tiene el presente estudio es poner estos antecedentes en orden y
desde un punto de vista más que nada imparcial. La meta es rescatar la Doctrina original y
colocarla en lo posible, en su más justa dimensión.
Nuestra historia no se pierde en la
noche de los tiempos, sino que podemos remontarla a los orígenes en la mente de
Dios, y ver como ha transitado por la génesis de las religiones del mundo hasta
instalarse en el seno de la ordenes y sociedades de todos los tiempos. Estas
existen y han existido, como las religiones, porque tienen una filosofía que
transmitir, siendo su razón de ser mostrar algunos vislumbres de la Doctrina Eterna;
no hay otra razón. Nosotros, de tanto en tanto, nos congregamos al interior de
estas estructuras para conocer en mayor profundidad los postulados que facilitan
el logro de una mayor y más completa regeneración o reintegración de la
humanidad a su condición primitiva de pureza y felicidad. Este es el camino
señalado por los grandes instructores e iniciados del mundo; es la vía que nos
han mostrado con escritos y persuasión, los iluminados de todos los tiempos, es
la senda que hemos querido abrazar con decisión, quienes conscientes de
nuestras humanas debilidades,
vislumbramos que al final del camino y solo con esfuerzo existe la posibilidad
de ser mejores instrumentos al servicio de la Divinidad.
El mundo será mejor, cuando más y
más personas se unan en el solo propósito de ser mejores.
Veamos pues el desarrollo de nuestro
estudio y mediante la explicación de los temas a continuación, quizás podamos
persuadir a alguno a pasar de un estado de mera iniciación a una comprometida
causa de apostolado. Rescatemos pues, nuestros Orígenes, Historia y Doctrina.
Eques ab Aquila
Coronata
S:::
I:::
Fil. Rusa
S::: I::: I:::
Fil. Francesa