SOBRE LOS TRES GRADOS DE INSTRUCCION QUE CONFIERE
LA ORDEN MARTINISTA DE CHILE
+Eques ab Aquila Coronata
P
L
S
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R. L. “Reintegración”
N° 1
Valle de
Santiago, Chile
Desde hace algún tiempo, y desde que se
creó esta Orden, con la finalidad de recordar fielmente el trabajo del
recordado y M
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H
Nicolás Rogalev Girs, descendiente directo de su
Iniciador el M
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H
Gregory Ottonovich de Mebes, el que fue iniciado
por el Conde Dr. Feodor G. De-La-Bart, iniciado en 1856; del Príncipe Piotr A.
Viazemski, iniciado en 1813; del Profesor Juan Eugenio Schwartz, iniciado
en 1770; de Nicolai Novikov (1744-1818); del Príncipe Alexis Kourakine (1744-1818),
iniciado en 1773; y del Príncipe Alexis Borisowitz
Galitzine, iniciado por Saint-Martin en Suiza en 1787; es que se ha hecho muy
necesario dejar en claro la postura del martinismo ruso de Saint-Petersburgo,
en relación a otras visiones martinistas rusas y sobre todo a la experiencia
francesa del mismo. Esto es un sentido homenaje a quien soportó los rigores de
la iniciación y el sentido de responsabilidad iniciática de quien cargó sobre
sus hombros el legado que hemos decidido tomar en nuestras manos, transportando
el Egrégor original de esta orden y proyectarlo hacia el futuro.
Lo primero que debemos señalar, es que
el concepto de martinismo ruso que nosotros empleamos, es aquel que dice
relación con el domicilio de quienes lo trajeron: esto es, la ciudad de
Saint-Petersburgo, Rusia. Domicilio que en nada está emparentado con el
martinismo salido de otras ciudades como es el caso de Kiev, Moscú y otras.
Lo que se conoce tradicionalmente como
“martinismo ruso”, en realidad es una especie de “Rosacrucianismo Templario”,
que se ha trabajado al interior de algunas órdenes Tradicionales, pero sin
darle apellido. En realidad es una filosofía de vida que nunca fue pensada como
una orden, sino más bien una forma de pensamiento trabajada al interior de
estas órdenes. Ahora bien, porqué en Chile se le ha llamado y estructurado como
una “orden martinista”. Dado a que las condiciones estaban preparadas para esto;
y pese a que se tuvieron que invertir los propósitos originales practicados en
Rusia, primero el profano se iniciaba en el martinismo y luego en la masonería;
como por la situación presentada en Chile con el tema León Tournier.
Nicolás Rogalev, estaba en posición de
plantear esta estructura dado a que estaba revestido sacramentalmente de estos
“grados”, o sea era “Superior Incognito”, de ello no hay ninguna duda. Los
había recibido de su iniciador “G. O. M.” los que además participaban
activamente de la orden de los “Rosacruces Rusos de la Fama Fraternitatis”
(instancia superior al llamado martinismo) y es lo que Ambelain ha llamado
“Rosacrucianismo Esencial”; los que
además también participaban del “Rito Escocés Antiguo y Aceptado”. Por tanto,
no necesitaban más de otras estructuras para realizar su trabajo esotérico.
Cuando Nicolás Rogalev Girs decide
instalar una orden en recuerdo al trabajo realizado en Saint-Petersburgo, lo
hace esta vez a nivel de una orden martinista. Para ello elabora algo lo más
parecido a un ritual particular para el trabajo y la docencia que debería
entregar. Establece que lo más apropiado es crear una orden martinista y le da
el nombre de “Orden Martinista de Chile” la que se extenderá a lo largo de sus
tres grados para cumplir con sus propósitos secretos.
Ahora bien, la “Orden Martinista” como
una estructura, con sus respectivos grados, representantes, dignatarios, etc., fue
creada y fundada en Paris, Francia, por el doctor Gerard Encausse (1865-1916),
en compañía de Agustín Chaboseaux (1868-1946). Sin embargo, ambos reclamaban
una filiación ininterrumpida desde Luois-Claude de Saint-Martin y al no estar
de acuerdo en ellas, deciden intercambiarlas. Las primeras iniciaciones
tuvieron lugar en 1884-1885. Y la primera “Logia Martinista” se fundó a finales
de 1887, o sea dos años después. En 1891 se formó un “Supremo Consejo
Martinista”, el que estaba compuesto por doce miembros. O sea desde 1884 a 1891
ya han pasado siete años donde se han manifestado una serie de cambios.
En aquellos tiempos, los postulantes
eran recibidos a la iniciación a la Orden Martinista en una “única recepción” y
en un “solo grado”, pero a corto tiempo se dieron cuenta que era mejor
subdividirlos en tres, siendo el tercero “Superior Incógnito”. Luego y más
tarde, vinieron otros; por ejemplo en la Logia Melquisedek N° 208: se sumó el
de “Adepto-Libre”, “Real-Iniciado”, “Perfecto-Adepto” y “Sublime-Comendador”.
Paralelamente a estos surgieron: “Bachiller Aprendiz”, “Licenciado Compañero” y
“Doctor-Maestro en filosofía cristiana”. En fin, comenzó el desorden de grados en
Francia.
Encausse falleció a los 51 años, el 25
de octubre de 1916, asume Charles Tedré, pero fallece el 26 de septiembre de
1918. Y allí comienza la proliferación de diferentes órdenes martinistas. Jean
Bricaud con la “Orden Martinista Universal”, Victor Blanchard en 1920 con la
“Unión General de los Martinistas y de las Sinarquías”, llamada más tarde
“Orden Martinista y Sináquica”, Agustín Chaboseaux con la “Orden Martinista
Tradicional”. La confusión ya era evidente pues se hablaba de martinismo, y
Saint-Martin y martinismo-martinecismo de Martines de Paqually, habiendo que
esperar diez años para que Robert Amadou con sus estudios e investigaciones pusiera
orden.
Capítulo aparte es Robert Ambelain, quien
se ha preocupado muchísimo sobre el martinismo ruso; francés de nacimiento, el
que renegó de sus iniciadores franceses debido a que nada los unía a
Louis-Claude de Saint-Martin, para llegar a establecer que su única iniciación
real fue la del “martinismo ruso”. Pero de qué martinismo ruso estamos
hablando. Del que él conoció, el de Kiev.
Sin embargo, quien lo habría
introducido en este martinismo ruso de Kiev, fue el Príncipe Tschumiski,
personaje del cual no existen claras y suficientes evidencias. Y basado en una
historia más o menos documentada, da vida a varias órdenes martinistas de
variada estrategia y finalidad. Trabaja primeramente la “Orden Martinista
Iniciática” y luego la declara en sueño, a continuación la “Unión de Ordenes
Martinistas” y se retira; luego organiza la “Orden Martinista de los Elus
Cohen”, la cual deja en manos del Hno. Iván Mosca y este la declara en sueño
también. Después y con el tiempo, levantaron columnas por la intervención de
nuevos Maestros, a la luz de nuevas visiones de trabajo. Todas estas órdenes
tenían sus particulares sistemas de grados, unas con siete grados, otras con
nueve, etc.
El sucesor de Papus, Charles Tredé,
publicó en 1913, o sea 26 años después de la fundación del martinismo francés,
un ritual para un “cuarto grado”, el de “superior incógnito iniciador”, grado
que se practicó por algunos años, pero en la medida que surgieron nuevas
órdenes martinistas, también aparecieron sendos rituales con diferentes
intenciones que vinieron a innovar el ya poco transparente sistema de grados.
La carrera por los grados ya era evidente, pero también sus intenciones eran
variadas. Para unos era un grado administrativo, para otros contemplaba la
posibilidad de continuar el camino ascendente, para otros revestía un grado
relacionado con el grado 66° del rito de Memphis-Misraim “Gran Consagrador” y
para otros era un mero trámite.
Hay que ser claros y entenderlo de una
vez, lo que se ha llamado “martinismo ruso” de Saint-Petersburgo, no está
relacionado directamente con el martinismo de Kiev y menos con el francés. Lo
que sí es posible afirmar, es que nuestro tipo de martinismo es “Rosacruciano y
Templario” que está ligado a Nicolai Novikov y en particular al Grado de “Teoricus”
de la “Rosa+Cruz de Oro” del antiguo sistema alemán, por un lado, y a la VIII°
provincia de la “Estricta Observancia Templaria”, ni más ni menos, por el otro.
Cabe hacernos la siguiente pregunta, necesitaban
los MM
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HH
Gregory Ottonovich de Mebes y Nicolás Rogalev
Girs disputarse algún grado ilusorio tramitado al interior de algún supremo
consejo en alguna de las órdenes esparcidas por Francia en los siglos XIX y XX,
para dar solidez y correspondencia y sobre todo “regularidad” al llamado “martinismo
Ruso de Saint-Petersburgo”. Por cierto que no, porque esta doctrina ya estaba
fundida al interior del alma de cada uno de sus iniciados y por largos
años. La cadena de iniciados se había
extendido de iniciador ha iniciado desde el mismísimo Louis-Claude de
Saint-Martin en forma ininterrumpida; pero no tan solo eso, había en Rusia
herederos directos de los “Elus+Cohens” de Martines de Pascually, y también de
Jean Baptiste Willermoz al interior del Régimen Escoces Rectificado.
Pues bien, ahora y con suficientes
argumentos en nuestras manos, y esclarecidas nuestras preguntas sobre el
significado de esta orden de tres grados de instrucción, nos empeñamos en
mantener este Egrégor primario y dirigiéndolo con fuerzas hacia su destino, que
no es otro, que engrandecer la memoria de nuestros Maestros Pasados e
impregnando nuestras mentes y corazones de su gran obra. Este Egrégor también
nos beneficia a nosotros, herederos de esta tan antigua filiación, uniéndonos
con fortaleza en nuestros claros propósitos iniciáticos, también en nuestras vidas
particulares, sumando a esto al beneficio en nuestras familias y amigos, esto
es innegable.
Sobre que significan los “Superiores
Incógnitos” y cuáles son sus verdaderos propósitos, ya los hemos abordado en
otro trabajo que es necesario consultar.
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